Ahora qe lo veo, a mi alrededor se le desmorona el mundo a todos, veo aquí, veo allá y hay sólo tristeza y soledad, ¿porqué?, por que la vida simplemente no es justa, pero no podemos hacer nada por ello, nos queda enfrentarla, pararse y retomar el camino por el cual ibamos, ¡sortear obstáculos!...
Si sólo pudiese ayudarlos, pero no puedo, no es que no quiero, sino que no puedo involucrarme en una vida que no es la mía, pero allí estoy parada enfrente, enfrente de aquel que se cae y ya me parece un deja vú, si retrocedo puedo verme, sí, puedo verme derrotada, maldiciendo, gritando y dejando mi vida en el camino, no tengo constancia de cómo y cuándo regresé, cuando me levanté de aquella caída, pero aquí estoy enfrente de mi pasado, recordándolo y aún sintiendo el dolor de las heridas, heridas que queman, que no dejan dormir y que no puedo borrar.
Hace tiempo ya que no sentía el dolor, que no sentía, ¡sí! que ya no sentía.
El tiempo, pasaba raudo, constante y esplendoroso, pero no me dejó tiempo de rememorar, de sentirte, de verte, de olerte, de quererte, de amarte, de amarte, amarte, amarte, ¡amarte! eres parte de mi, en realidad, dejaste una parte tuya en mi y que no dejaré ir, jamás... soy quien soy por ti... te extraño, siempre, hoy, mañana y siempre, ahora escucho tu canción, nuestra... ¡que hermoso!, realmente, ahora, realmente ahora no se que hacer, no hay nada, me dispongo al reencuentro, me dispongo a verte, me dispongo a sentirte... para luego, regresar a la vida... regresar a lo que me tocó vivir, ¡maldiciones!, ¿pero a quien?... a NADIE.
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